viernes, 2 de diciembre de 2011

Estoy fascinado de los avances con las celulas madre

Entrevista con el Dr. German Vargas 
Revista Vida & Exito
por Myriam B. Moneo




German Vargas califica de "impresionantes" los avances en los tratamientos de la medicina regenerativa. El cirujano plástico guatemalteco ha inaugurado en su país un centro para combatir el envejecimiento, las enfermedades comunes y los traumas cerebrales.



Tenía una gran pasión profesional, y por eso se convirtió en un exitoso cirujano estético. Ahora tiene una más, la medicina regenerativa, y por eso acaba de estrenar un centro que va a revolucionar el panorama médico regional.  El doctor German Vargas, fundador del Centro Integral de Cirugía Plástica Renova, en ciudad de Guatemala, inaugura en el tercer nivel del hospital el Centro de Células Madre y Antienvejecimiento.

¿Cómo se ha involucrado este joven cirujano guatemalteco en esa rama de la medicina? ¿Cómo se van a beneficiar quienes padezcan enfermedades como párkinson, alzhéimer, diabetes, artritis, problemas cardiacos, esclerosis múltiple, lupus eritematoso, enfermedades pulmonares, hepáticas y problemas pediátricos como el autismo, convulsiones, epilepsia y déficit de atención?

El doctor Vargas, de 42 años, sabe que está sembrando esperanzas en muchas personas y que por delante le espera "una gran labor de información, incluso con colegas de otras especialidades" para recibir apoyo. Todos los esfuerzos valen la pena para difundir que hay "un arma más" para poder ayudar.

Actualmente es miembro de la International Confederacion of Plastic and Reconstructive Surgery y subdirector del Comité de Eventos Científicos Internacionales de la Federación Ibero Latinoamericana de Cirugía Plástica. Mientras Renova ha celebrado, a finales de julio, su tercer simposio de cirugía plástica, German Vargas supervisa los últimos detalles de su proyecto más ambicioso, de momento. Es un magnífico pretexto para ahondar en los beneficios de los tratamientos con células madre y repasar la trayectoria de este ex jugador de fútbol profesional.



¿Cuándo termine esta entrevista me habrá convencido para ponerme en sus manos?

[Ríe] Y si no es que soy mal vendedor



¿Ha tenido que aclarar en muchas ocasiones que es el Dr. German Vargas, pero el hijo?

Sí. Recientemente cuando viajábamos en avión tuvimos problemas porque aducían que había una duplicidad de German Vargas y tuvimos que sacar los pasaportes para explicarlo. Como le digo a mi hijo Santiago, esa es una de las razones por las que no le puse ese nombre.

Mi papá jugó fútbol profesional y yo también. Mi papá es médico y yo también, entonces por cualquier cosa nos relacionaban. Y yo tenía llamadas de German Vargas papá y él recibía mías.



Tener un padre medico, traumatólogo y ortopedista, ¿pesó en su vocación?

Sí. Desde chiquito quería ser médico. Cuando estaba en tercero de bachillerato me empezó a invitar a operar y ahí me di cuenta de que de verdad me gustaba. Me enseñó a lavarme, a manejarme en el quirófano por áreas médicas...



¿Se imaginaba que años después iba a estar inmerso en el mundo de la medicina regenerativa?

No. Siempre me gustó la medicina y siempre hay una vocación por el prójimo. Es algo que lo traes contigo, pero nunca pensé que iba a entrar en este campo, porque es algo realmente nuevo. Nunca pensé que iba a ser algo que médicamente iba a solucionar muchos problemas, y en eso estoy ahorita, estoy fascinado de ver los avances, hay cosas que no son creíbles incluso para médicos.



¿Cómo ha llegado hasta ahí?

Lógicamente, encuentras la parte de antienvejecimiento de la medicina regenerativa en la cirugía plástica. Y así fue como hace dos años y medio empecé a investigar las células madre que podíamos obtener de la grasa. Las mandábamos a procesar en un laboratorio que está en Guatemala, que también es un banco de células madre. Me gusta mucho la investigación, y vimos que si aplicábamos las células madre, la evolución en las cicatrices era muy buena. Y por ahí me empecé a meter en la medicina regenerativa.




O sea, que la solución está en nosotros mismos. Y no es ciencia ficción.

No. En los cincuentas, que fue cuando empezó realmente la investigación seria de células madre -si nos ponemos a investigar, vamos a encontrar reportes desde 1890-, lograron diferenciar que había células madre que se podían obtener de la médula ósea, algunas corrientes decían que solo eran de tipo hematopoyéticas [únicamente tienen que ver con la formación de la sangre], y otros decían que eran células mesenquimales [que se diferencian en numerosos tipos de células]. Poco a poco se fue evolucionando y en los noventas se dio un gran empuje y se logró demostrar que muchas podían mutar y tener actividades de células que se quisieran reemplazar. Eso sí fue un avance muy importante, y es en lo que se está trabajando ahora cada vez más.



Hay sectores que se oponen a la investigación con células madre.

El tema es controversial porque también empieza a tener un carácter ético, moral y religioso. Algunas comunidades no aprueban este tipo de tratamientos. El tema central de células madre te bloquea todo, no se hace una diferenciación. En gran parte es desconocimiento, temor a todo lo desconocido. Hay países que sí han logrado evolucionar. Por ejemplo, España, Italia, Alemania, Francia. Estados Unidos las maneja mucho para tratamientos nada más de enfermedades hematológicas y se han querido enfrascar muchas otras opciones de tratamientos asumiendo que hay que investigar y que todavía no es seguro. Sin embargo, son procedimientos que se hacen en cualquier otra parte del mundo y los resultados son fantásticos. China es otro país que también los está realizando. En Ecuador se encuentra una de las empresas que ha logrado diseñar un sistema de obtención de las células madre por medio de sangre periférica (es decir, se extraen por medio de una vena, como que fuera una trasfusión sanguínea). Este procedimiento es, prácticamente, único a nivel mundial, y es el que nosotros estamos compartiendo ahora en Guatemala.



¿Cómo estamos en Latinoamérica?

Brasil ha avanzado mucho, junto con Argentina, Perú y Ecuador. Por el sistema de obtención celular, tal vez Ecuador es el que va a tener más repunte.

Las células madre son capaces de reparar, restaurar y regenerar tejidos y órganos afectados por el envejecimiento, enfermedades o traumatismo. ¿Significa que todo es reversible?

No es que sea reversible... Todos los órganos van entrando en un proceso de envejecimiento. Por ejemplo, no vamos a tener producción de hormona del crecimiento más o menos después de los 35 años; por naturaleza los órganos van a ir deteriorándose, la cantidad de células que van a ir produciendo por sí mismos es cada vez menor, y ahí es cuando empiezas a ver todo el deterioro por envejecimiento. Luego están los ejemplos por enfermedad, un problema de cirrosis va a ir afectando el hígado de tal manera que va a dejar una parte disfuncional. Y, lógicamente, por traumatismo, que es lo que se da más en problemas neurológicos, en pacientes que pueden quedar con traumas cerebrales, cuadrapléjicos o parapléjicos. Entonces, estos tratamientos van a ayudar a regenerar ese parte dañada, no es que vayan a detener el envejecimiento o a producirte un órgano nuevo totalmente. Las células tienen la capacidad de regenerar  y restaurar, se pueden multiplicar por sí mismas, esa es una de sus maravillas. Poco a poco pueden ir recuperando el órgano, tal vez no lo van a hacer en un cien por ciento, pero sí van a lograr que mejore la condición de un paciente, de un 50% a un 70%. Son cosas que vamos a ir reportando, porque todavía falta mucha investigación.

La ventaja es que las células madre las puedes obtener de uno mismo, entonces se convierte en un trasplante autólogo, ya no hay ese problema de si va a haber compatibilidad.




¿Cómo es el procedimiento del trasplante autólogo?

A todos los pacientes antes de someterse al tratamiento hay que realizarles una batería de exámenes para tener puntos de comparación en la evolución. Después, empezamos el tratamiento por medio de una conexión a una máquina, como de plasmaféresis [método medi ante el cual se extrae completamente la sangre del cuerpo para ciertos tratamientos], como cuando vas a donar sangre.        Es un sistema cerrado de tres vías que se conecta al paciente, la máquina extrae una cantidad de sangre y entra en un cono inteligente de filtración que va a diferenciar, por peso, las células madre del plasma de la sangre y, por otro lado, el resto de la sangre que logre extraerse del paciente, que va a retornar nuevamente a él.

Los ciclos son varios, pueden hacerse desde tres a ocho, y lo importante es llegar a obtener más o menos 200 millones de células madre. Estas se van a unir con el plasma rico en plaquetas, se van a activar y nuevamente se van a introducir en el cuerpo.



¿Qué quiere decir con lo de activar las células madre?
Ahí está la clave. Mucha gente piensa: "Si yo tengo células madre porque mi médula ósea las produce y me las van a sacar y me las van a volver a meter, ¿qué sentido tiene si ya las tengo yo?". El punto es que la médula ósea produce células madre y están circulando en tu cuerpo, pero no están activas, entonces no te están haciendo ningún beneficio, solo están sufriendo el proceso natural de que nacen, crecen, se desarrollan y mueren. En el momento que las activas ya las puedes introducir y entonces ya van a tener una actividad importante, ya sea en la enfermedad, o en el proceso de rejuvenecimiento del paciente. El tiempo estimado para todo esto en un adulto es de más o menos tres horas.



¿Cuántas sesiones son necesarias?

No hay investigaciones que indiquen que haya que repetir el tratamiento cada año. Eventualmente, es algo que te lo vas a hacer ahora, vas a sentirte bien, vas a mejorar en muchos sentidos, lo vas a sentir físicamente, y si lo vas a querer repetir, a lo mejor va a ser en unos tres o cinco años.

En enfermedad es muy diferente que en antienvejecimiento porque estás tratando un hígado, por ejemplo, un órgano que está dañado y que lo estás regenerando. Los 200 millones de células madre por sesión van a ser poco, aunque parezca mucho, y sí vas a necesitar repetir el tratamiento, hacerlo anualmente va a ser positivo.



¿Cuándo se notan los avances?

Depende de la enfermedad. Hay pacientes en los que a los siete días ves unas diferencias abismales, te quedas pensando que de verdad esto es milagroso, impresionante.



¿Cuáles son los resultados?

Como se van regenerando los órganos, se van restaurando. No solamente la aplicación de las células madre tiene que ser por vía intravenosa, puedes aplicarlas a nivel articular para que los pacientes que tengan problemas en las articulaciones puedan volver a tener un movimiento, no que la deformación de los dedos vuelva a como estaba antes de la enfermedad, pero sí que tengan movilidad y dejen de padecer esos dolores. En cuestión de diabéticos, sí se ha reportado que hay pacientes que han dejado de consumir las mismas cantidades de insulina. Pacientes con problemas neurológicos, por ejemplo cuadrapléjicos o parapléjicos, que no tenían sensibilidad o ningún tipo de movimiento, a quienes se ha regenerado la sensibilidad en el cuerpo, han vuelto a tener control de esfínteres y muchos han empezado a tener movimientos, con cierta dificultad, pero lo han logrado.

¿Y en los niños?

El tratamiento es más corto, dura una hora y cuarto, o una hora y media. Se aplica igual que en el adulto, solo que todo va en proporción y la evolución es muy buena. No hay un límite de edad, se puede hacer desde que son muy chicos.



¿Es doloroso?

En el caso de los adultos, no. Es un catéter que está en tu vena. En el caso de los niños sí se tiene que hacer con anestesia general porque no van a tolerar tener una agujita y no van a estar quietos o van a llorar. El adulto está en una suite muy cómoda, con sus familiares sentados en una sala y, si quiere, él puede estar viendo televisión. Lo único que tiene que hacer es dejar su brazo inmóvil para que la máquina funcione.



¿Cuándo se ha de optar a este tratamiento?

Cuanto más temprano va a ser mejor. Es una decisión del paciente. Ojalá eso cambie con el tiempo, pero hoy está acudiendo el paciente desesperado, que ya probó todas las opciones de tratamiento y lo único que tiene a la mano, como última opción, son las células madre. Lamentablemente, hay mucho intrusismo y mucha gente poco ética que utiliza cualquier tipo de tratamiento para engañar a las personas diciendo que son células madre, y eso va en detrimento de la evolución de algo tan maravilloso como esto. Ahí es donde está nuestra labor de instruir e informar a la gente.



¿Tiene efectos secundarios?

Ninguno. Es un tratamiento autólogo, es tuyo.



¿Por qué ha decidido involucrarse en la enfermedad común y no restringirse al uso estético?

Esto es lo fantástico de estos tratamientos. Muchos pacientes, por mi especialidad, van a querer hacerse el tratamiento. Pero creo que el poder hacer que un paciente parapléjico se pueda parar, que se pueda valer por sí mismo, son cosas que no tienen precio, que entran dentro del lado médico... Estamos empezando con el centro, pero tenemos en mente organizar una fundación para poder ayudar a mucha gente que no tiene recursos para optar por estos tratamientos.



El centro ecuatoriano American Stem Cell & Anti-Aging Center, liderado por el doctor Al Mitrani, ha sido clave para poner en marcha su proyecto.

Fui a conocer lo que estaba haciendo el doctor Al Mitrani con el fin estético y entonces me di cuenta de la gama de cosas que podíamos hacer y me dije: "No, quiero todo". Vi las necesidades que nos hacían falta para desarrollar el centro, cubículos de tratamiento, área administrativa, cubículo postratamiento, consultorios..., y diseñé el centro. Vamos a usar los mismos protocolos.



¿Cuáles son sus objetivos?

Tenemos que llegar a tener el tratamiento más específico para resolver al paciente su enfermedad en un mayor porcentaje. Buscar la cura para muchas enfermedades, esa es la meta que tenemos que lograr.



¿Qué va a significar para la región contar con un centro como este?

Hay mucha gente talentosa en todas las especialidades, que no se dan a conocer por una u otra razón pero hay talento y capacidad científica e investigativa muy altos. Creo que va a ser una buena puerta de entrada para la región. Estoy muy orgulloso del equipo de trabajo que tenemos.

¿Qué les diría a los escépticos o a quienes apelan a sus creencias para rechazar el uso de las células madre?

Cuando investigas y realizas trabajos así es porque en cierta manera tienes curiosidad por ver si funciona o no. A los que no creen en esto, les insto a que investiguen un poco más, que lean, que no cierren esta oportunidad a los pacientes y a ellos mismos.



¿Va a compaginar las dos ramas médicas, la plástica y la regenerativa?
Sí, la plástica no la puedo dejar, es mi pasión. Pero tengo que buscar un equilibrio porque esta otra también me está apasionando.



¿Qué deben hacer unos padres cuya hijo adolescente quiera pasar por un quirófano con fines estéticos?

Está bien especificado qué procedimientos se pueden realizar en menores de edad, depende mucho del desarrollo del niño o la niña. Hay que tener mucha comunicación con los padres de familia. Hay que informarse.

Hace año y medio había una discoteca en un país de Sudamérica que estaba rifando colocación de implantes mamarios. Niñas de 16-17 años se ganaron el premio y el cirujano, con falta de ética y moral, realizó los procedimientos. Eso no se tiene que hacer.



¿Cómo les ha ido con la experiencia del turismo médico en Renova?

En el país hemos tenido el problema de la inseguridad, y eso ha bloqueado mucho en Guatemala la afluencia de este turista.

No puedo comparar el turismo que recibe Costa Rica con el de Guatemala, ni tampoco el de índole médica. Pero sí hemos tenido un crecimiento anual de entre un 20-25%. Estamos contentos.

¿Cuando llega a casa se sienta con su esposa a ver Dr. House o Grey Anatomy?

[Sonríe] Lo menos que quiero es hablar de mi profesión.



¿Qué le parecen los programas de la televisión que abordan la cirugía estética?

Algunos promueven la cirugía plástica como es, esos creo que le dan un poco más de información al público, por ejemplo todos los de Discovery; esos son los procedimientos reales que uno hace y la evolución de los pacientes es real. Ahora, todos esos otros como Nip/Tuck, en el que el cirujano se está operando él mismo frente al espejo, ¡no! Hay mucha fantasía.



¿Cómo se compagina una profesión tan demandante como la de médico con la familia?

Es algo en lo que yo sigo trabajando día a día. Los hijos crecen rapidísimo y si no les dedicas el tiempo en el momento lo vas a lamentar. Trato de llegar temprano a la casa, en el caso de la más chiquita, para bañarla en la noche. Todas las mañanas les llevo al colegio, son minutos que aprovecho para hablar con ellos, y el sábado y el domingo se lo dedico a ellos.



En la década del 2000 fundó un hospital de cirugía plástica de avanzada en la región. En la del 2010 ha puesto en marcha otro centro médico revolucionario.


 ¿Dónde se ve dentro de diez años?

Creo que en esto voy a seguir un buen rato. El tratamiento con células madre es el tratamiento de punta en todas las especialidades. No sé qué va a suceder en diez años. No me imaginé estar metido en esto. Soy muy ambicioso y cuando me propongo algo lo consigo o lo consigo, logro desarrollar lo que quiero hacer.





Cómo el futbol se perdió a un as del bisturí

A los 6 años ya formaba parte de las ligas menores de los Rojos del Municipal. De los 12 a los 16 años estuvo en una selección nacional y en su último año de bachillerato saltó al Municipal. German Vargas Florido (Guatemala, 1969) jugó tres años en el futbol profesional.

De la casta le viene al galgo. Su padre, el también doctor y futbolista costarricense German Vargas, jugó en la Gimnástica Española hasta que se trasladó a Guatemala para estudiar Medicina en la Universidad San Carlos. Corrían los años sesenta, por una maravillosa equivocación aquel joven galeno conoció a la guatemalteca María Elena. Tuvieron dos hijas y en medio nació este varón que dejó el futbol a causa de sus turnos en el Hospital General San Juan de Dios, donde se especializó en Cirugía General.

Como su padre, German se graduó en la Universidad de San Carlos y se formó como cirujano plástico en el Instituto de Cirugía Reconstructiva Dr. José Guerrero Santos, en Guadalajara, México.


Una ingeniera industrial de nombre Anaí, con quien se encontró en un campeonato de futbol, es su compañera desde hace 23 años. "Fue el día del pavo cuando nos conocimos. Era diciembre y al equipo que ganaba le daban un pavo. Ella estaba de espectadora", rememora.En diciembre cumplen 16 años de matrimonio. Tienen tres hijos: Santiago (11 años) quiere ser médico, Mariela (8 años) también, Camila (5 años) todavía no.

La conversación está jalonada de carcajadas espontáneas. Sus penetrantes miradas cuando explica los pormenores de su última aventura, los tratamientos con células madre, convencen al más escéptico.

Es un gran creyente en el deporte: "A Santiago le gusta mucho el fútbol, a Mariela la gimnasia olímpica y la pequeña ya empieza con esa modalidad también". Y se declara seguidor del Barça. Las arrugas de expresión certifican que todavía no ha pasado por un quirófano, pero si llega a necesitar "alguna ayudita", se la hará.

Cualquier día nos volverá a sorprender con otro proyecto que le ronda en la cabeza: montar con un colega turco un centro de cirugía plástica en una isla.

 ¿Será en las Bahamas?



El poder de la regeneración



Las células madre se dividen en dos grandes grupos: embrionarias o pluripotenciales (capaces de regenerar todos los tejidos) y adultas o multipotenciales (regeneradoras de órganos específicos).

Se consideraba que las células adultas o multipotenciales solo podían regenerar cédulas de un órgano en concreto. Sin embargo, en la actualidad se sabe que pueden funcionar como las embrionarias o pluripotenciales, ya que tienen la capacidad de reprogramarse y dar lugar a otros tipos de células.

Las células madre las podemos obtener del cordón umbilical, de la grasa, de la médula ósea y de la sangre periférica.

Las de la grasa tienen cierta deficiencia celular, lo que las hace ser no tan efectivas como las demás. Las del cordón umbilical solo se pueden extraer en el momento de nacer. Mientras que para llegar a las de la médula ósea hay que recurrir a un procedimiento invasivo y doloroso para la mayoría de los pacientes. La obtención por sangre periférica (a través de una extracción por vía intravenosa) ha sustituido considerablemente al resto de los métodos.

El sistema que se practica en el Centro de Células Madre y Antienvejecimiento, liderado por el doctor German Vargas, es por medio de sangre periférica. "Con un equipo sofisticado logramos diferenciar, por peso, las células madre y las cuantificamos de igual manera hasta obtener 200 millones, listas para activarlas y utilizarlas" de acuerdo a cada necesidad, explica. Al procedimiento se le denomina trasplante autólogo (de la misma persona).

Las células madre abren las puertas a la medicina regenerativa. Tienen la capacidad de reparar, reemplazar, restaurar y regenerar tejidos y órganos afectados por el envejecimiento, enfermedades o traumatismos.



mujeres 10, hombres 1

¿Cuáles son las intervenciones más comunes en cirugía estética?

En todo el mundo, las tres más frecuentes son la nariz, la liposucción y la colocación de implantes mamarios.



¿Las mujeres siguen siendo las más demandantes?

En relación de 10 a 1. Pero sí le podría decir que la afluencia del hombre es cada vez mayor.



¿Que se hacen ellos?

No son tan agresivos como las mujeres. Buscan cirugía de ojos, liposucción y lifting facial. Y también la nariz.



¿Son ciertos los rumores sobre artistas que se quitan costillas para estrechar cinturas o de implantes que explotan en los aviones?

[Ríe]. Los implantes han evolucionado mucho, por lo que no tienen que pasar esas cosas, y si pasó eventualmente en algún caso, fue por algo accidental. Lo de las costillas no es cierto.



De Cher se ha dicho que lo hizo.

Eso implica cicatrices. Pueden quitarse parcialmente algunas costillas. Hay procedimientos que son realmente agresivos.



¿Ha tenido que decirle a un paciente que ya eran suficientes los retoques? ¿Hay personas que se obsesionan?

En la consulta, hay muchos pacientes con componentes psicológicos importantes, y hay que saber diferenciarlos, porque no quieres tratarlos. Sí me ha tocado decirle a una paciente que ya no conviene o que no es necesario nada más, pero lo único que consigo es sacarla de mi consultorio. Sé que va a recurrir a otro cirujano que sí la va a operar. Lo importante es que tu conciencia esté tranquila.

Pueden ver el el artículo en la revista Vida y Exito


1 comentario:

  1. Me hice el tratamiento de celulas madre autologas con el Dr. German Vasquez en Zona 10, Guatemala en Noviembre 6 de 2015 pues tenía dolores musculares en los gluteos y había un especial por Q26,000.00 más o menos. Después del tratamiento quise comunicarme con la gerente del Spa para ver cuando podría ver resultados, pero nunca contestó ni devolvió mis llamadas. Mis dolores fueron aumentando a toda la pierna (ambas) las 24 horas del día y ya tengo 6 meses del "IMPLANTE DE CELULAS MADRE AUTOLOGAS" sin ver ninguna mejora, sólo empeorar!!!! Esto es un FRAUDE costoso! No se dejen embaucar por el Dr. Germán Vargas, Cirujano Plástico y Socio de la también corrupta Roxana Baldetti! Corran porque hasta por el parqueo cobran!!!!

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